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elcanio5

La casa equivocada

La casa equivocada

La casa equivocada

 

Erase una vez cuatro niños llamados Andrea, Malena, Jesús e Ismael, que planeaban en el recreo su fiesta de Halloween con todos sus compañeros de clase.

-¡Estoy impaciente porque llegue la fiesta!.-dijo Jesús.

-¡Yo también, primero el “Truco o Trato” y después fiesta con nuestros amigos!.-decía Malena.

Antes de que llegara la noche, decidimos dividirnos en grupos de cuatro para pedir chuches.

Nuestro grupo quedó en la casa de Andrea, para maquillarnos, vestirnos, etc.

Nos disfrazamos de la siguiente manera:

Andrea se disfrazó de la “Muerte”; Jesús, de momia; Ismael, de vampiro; y Malena de Zoombie.

Después de coger nuestras bolsas nos fuimos por los barrios pidiendo caramelos y chuches diciendo “Truco o Trato”

De momento todo iba bien, las familias nos daban toda clase de chuches. Hasta que llegamos a una casa un tanto extraña.

-¡Vaya Jesús, tu tío no se equivocaba al decir que había alquilado una casa vieja para la fiesta!- dijo Ismael

Nos acercamos a la puerta cuando... ¡se abre de repente!

Una vocecilla triste, apagada, pero maligna nos dijo:

-Pasaar, pasaar, pasaaaaaaaar.

-No os asustéis. Será mi tío que nos quiere gastar una broma.- decía Jesús

Cuando ya estábamos detrás, la puerta se cerró, impidiéndonos salir de la casa.

Como no pudimos salir y no veíamos fiesta por ningún lado, decidimos investigar la extraña casa con la que nos habíamos equivocado.

Oímos una puerta enorme al fondo, y decidimos investigar lo que había detrás de ella.

No os  lo podéis imaginar, detrás de aquella enorme puerta había un cementerio. Era terrorífico, había un montón de tumbas con calaveras, calabazas, telarañas, velas y muchos hierbajos.

Nos acercamos un poco más para ver las tumbas, y saber exactamente quien había vivido allí.

Caminando vimos luces en aquellas tumbas, eras velas que había en unas tumbas, nos acercamos a ver quien había muerto hasta que Andrea gritó:

-¡No me lo puedo creer!¿Que hace mi nombre aquí?

-¡Y el mío! ¡Y el de Ismael! ¡Y el de Ismael!.- gritaba Malena.

-¡Tenemos que salir cuanto antes de esta casa!.-Exclamaba Jesús

-¡Los siguientes somos nosotros!.-decía Ismael

Los cuatro nos dirigimos a la gran puerta que daba a la casa para salir de ella, cuando, la puerta no se abría

-¡No se abre! ¡Nos hemos quedado atrapados! ¡¿Cómo vamos a salir?!.-decía histérico Jesús

-Calmate Jesús encontraremos la manera de salir.- le tranquilizaba Malena.

A Andrea se le ocurrió la idea de abrir la puerta con dos horquillas que tenía.

La primera horquilla se le rompió porque decía que le estábamos metiendo prisa y al meter la segunda horquilla vimos que se reflejaba una sombra misteriosa que se acercaba hacía nosotros.

Cuando nos dimos la vuelta vimos que la sombra era... ¡Un zoombie!

-¿Por qué vendrá a por mí? -decía Malena

-¡Malena estas vestida de zoombie, se cree que eres uno de verdad! - le decía Andrea a Malena -¡Distráele para que yo pueda abrir la puerta!

-¡Yo! ¿Por qué yo? No puede ser Ismael o Jesús.

-Tú, hazlo

Malena se puso a distraer al zoombie, mientras tanto, Andrea abría la puerta.

-¡Por fin! ¡Ya está! ¡Vayámonos¡ -gritaba Andrea

Los cuatro salimos de la casa a toda prisa y fuimos a la fiesta.

-¿Por qué habéis tardado tanto? -preguntaba Silvia en la fiesta.

-Una anciana se nos puso a contar su vida en el “Truco o Trato” -le decía Malena

Y pasamos la noche jugando y bailando, y al día siguiente, la casa había desaparecido.

-¿Pero qué ha pasado? Aquí estaba la casa donde nos quedamos encerrados. -decía Andrea

 

Fin

 

Autores:

Malena Ruiz Gª- Casarrubios

Andrea Molina Ortega y

Ismael Fernández Fernández

4 comentarios

Malena -

Nos ha quedado de maravilla, entre todos hemos podido juntar nuestras ideas y crear el cuento ideal.

Gracias a todos.

david -

Me gusta este cuento

Andrea -

Que bien nos ha quedado.

María -

Me encanta vuestro relato.Genial