LA ESCULTURA QUE QUERÍA VIVIR
CAPÍTULO I
En el escaparate de mi tienda hay muchas esculturas de cerámica para pintar, pero una de ellas era especial, era muy especial, era una escultura de un perro.
Aquel perro estaba harto de estar todo el día allí, estaba harto de ser una estatua, quería ser un perro de verdad.
Un día había mucha gente comprando muchas esculturas, compraron de todo tipo, menos la del perro.
Esa misma noche el perro deseó ser un perro real y... al siguiente día...
¡PUNCH!
El pobre perro se cayó de la estantería en la que estaba y... ¡era un perro real!
El perro salió de la tienda y...¿Quién sabe que aventuras le esperan?
Descubrirlo en el siguiente capítulo donde este perro descubrirá, que la vida siendo lo que no es, es mucho más difícil de lo que se piensa.
CAPITULO II
Cuando el perro salió de la tienda... ¡Que susto se llevó! Por casi le atropella un camión.
El perro aterrorizado siguió su camino, le surgieron miles de peligros, tenía hambre y frío y no tenía a nadie que le ayudara, los perros no se juntaban con él, seguía siendo una estatua por dentro. El perro estaba muy triste y arrepentido de aquel deseo. Por la noche el perro se tumbó en un banco y volvió a desear ser un perro hecho de cerámica, sin color y estar en esa vieja estantería, estaba arrepentido de verdad y poco a poco se fue durmiendo.
Y a la mañana siguiente, ¡volvía a ser un perro de cerámica!
Desde ese momento esa escultura no volvió a desear lo que no es.
AUTORA: Malena Ruiz García -Casarruios
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Isabel Olmedo -