La felicidad alegra el mundo.
La felicidad es como un plato de macarrones.
Es como una bicicleta nueva
con su resplandor y sus hermosos colores.
Si la felicidad se pudiera comer
yo y casi todo es mundo nos la comeríamos.
Pero como no se come, se disfruta como la fruta.
Es como el amor en primavera,
es un hermoso campo, con sus colores,
claro está, en la pradera.
La pradera, ¡¡¡mmmm, la pradera!!!
con su olor a trigo fresco
y su verde hierba.
La felicidad es:
como una bicicleta nueva,
como una fruta,
como el amor en primavera
y la hermosa pradera.
Autora: Rebeca Molina Molina
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