La herencia
Erase una vez un hombrecillo ya muy viejo, tenía 93 años y estaba muy enfermo. El hombre tenía un banco donde guardaba toda su inmensa fortuna.
Un día en la cama el pobre hombrecillo se estaba muriendo, y le dijo a su hijo:
-Quédate con mi herencia y compártela con tu madre, y por favor trata bien a mi queridísimo banco, ahí tengo muchos re-recuerdos de mi in-infancia.
Las ultimas palabras del hombre fueron esas.
Al cabo de unos meses el hijo del hombre se hizo cargo del banco, tuvo muchos problemas.
Un día encontró una caja fuerte detrás de un cuadro y en una maceta encontró unas llaves fue a probar si las llaves abrían la cerradura.
Vio muchas curiosidades de su padre, no pensaba que su padre iba a tener tantas antigüedades que habían pasado a su familia de generaciones en generaciones.
Encontró muchas curiosidades, entonces se dio cuenta de que la herencia de su padre era todas esas cosas tan importantes, siguió con el banco y se le acabaron todos los problemas.
Al final él y su familia vivieron muy bien y tuvieron todavía muchas mas sorpresas. Pero eso es otro cuento que contaremos en otro momento.
Autora: Raquel Manjavacas.
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